Orilla del rio Tamesis

*Me apareci con el cuerpo,sin que me vieran lo lanze al agua,pero como veia que flotaba,le lanze una piedra y se sumergio*
-Lo siento querido amigo,lo siento,pero la vida sigue,asi que me voy a comer.
*Camine hacia la hamburgeseria*

*me apareci en la orilla, hize un casco burbuja y me lanze al agua, busque por todas partes, hasta dar con el cuerpo de mi hermano, tenia el cuello en un angulo extraño, lo jale hasta afuera*

-oh! Em, no debi molestarme contigo!!! *deje escapar un par de lagrimas antes de desaparecer de alli con su cuerpo*

Paseaba por la ciudad. Después de beber una taza de té en un salón de la ciudad llegué hasta el río. Me senté a ver el atardecer.

Escuché que alguién me llamaba, era una voz femenina. Volteé repentinamente y vi que era Dianne. Me sobresalté un poco ya que sabía que probablemente habría un duelo ya que yo tenía al pequeño Neel en mi custodia. No me causaba ninguna gracia estar a su cargo, pero era solo por que asi me lo había ordenado mi señor.
Me volví hacia la chica.
-Dianne... - dije tranquila

La miré con unos ojos asesinos, mi mirada usual, nada fuera de lo normal. Luego le contesté...

-Uyyy... el niño, está bien. Pero creo que depende de las elecciones de los aurores que permanezca .... digamos, en buen estado.- Sonreí con maldad

Solté una carcajada burlona.

- Y tu sabes que no va a ser tan fácil atraparme, verdad Lausson?- Me cruzé de brazos y sonreí.

-Te propongo un trato, ya que el día de hoy estoy de buen humor y no tengo ganas de enfrentarte un duelo...-

Mira y aprende..- Le dije Y saqué mi varita grácilmente. Extendí mi mano y con un movimiento de muñeca aparecí un pequeño frasco lleno de un líqudo verde sobre la palma de mi mano.
La miré a los ojos.
- Tengo entendido, mi querida Dianne, que no estás muy contenta con tu... Transformación.- Observé su rostro fijamente.
-Sé que sabes a lo que me refiero, pero apuesto a que no sabes que es esto...- Tomé el frasco con mi otra mano y jugué un poco con él.

Sonreí y le dediqué la típica mirada de las mujeres Van Gale....

-Por que yo se mucho...- Tomé el frasco y lo guardé en mi pecho.
- Bueno, esto es una poción. No es cualquer poción. Ésto es Vampirocina D. Creo que te daría otra rasón para arrestarme si te dijera cómo la obtuve, pero en fin... Creo que todos los magos de alto rango, sabemos que esta poción sirve para curar el vampirismo y que es una de las pociones más difíciles de preparar. Creo que alguien de tu.. condición, podría considerar dejarme libre a cambio de un frasquito con un contenido como este...-

Dianne, Dianne, Dianne... Creo que eres más inteligente que eso. Digamos que tomaras mi generosa oferta. Nadie tendría por que enterarse de este encuentro, además... el que aceptes este frasquito de mi parte no significa que alguien te obligará a beber el contenido...-Dije en un tomo bastante manipulador pero convincente.
Tomé el frasco con mi mano izquierda y se lo ofrecí. -Vamos, tómalo, es un regalito de mi parte...-

Uhhhh.... Bien hecho Dianne. Sabía que tu eras mejor que esa bola de degenerados.- Dejé caer la mano que tenía sobre la cintura y me dí la vuelta para alejarme de ahí. Depronto me volví de nuevo hacia Dianne.
Oh!... y no tienes por que preocuparte. Que sea nuestro... Secretito.- Le Sonreí y poco a poco desaparecí de su vista.