Honeydukes

Tienda de caramelos, propiedad de un matrimonio, el cuál vive encima del establecimiento; uno de los túneles secretos que aparecen en el Mapa del Merodeador comunica el castillo de Hogwarts con el sótano de Honeydukes. Esta tienda tiene una gran variedad de caramelos, y además fabrican su propio chocolate

Fiel a mi costumbre, paseaba por Honeydukes con los ojos abiertos de admiración. Era un gesto infantil, lo sabía, pero los dulces eran mi debilidad... Iba de un lado a otro pidiendo mas y mas...

- Quiero unas ranas de chocolate... un par de plumas de azucar... Grageas de todos lo sabores... no, mejor olvide las plumas...

Paseaba por ahí cuando un aroma bastante peculiar llegó a mí. Me frené al instante y voltée a mi alrededor para identificar de dónde provenía ese dulce y delicioso aroma. Era nada mas y nanda menos que Honeydukes. Esa tienda me recordaba a mi padre. Él solía llevarme a comprar dulces todo el tiempo cuando era tan sólo una niña. Me paré justo enfernte de la tienda como si fuera una pequeña de nuevo mirando todos esos colores y recordando viejos tiempos. Si que hechaba de menos a Matthew, pasábamos buenos momentos juntos. Cómo deseaba que siguiera junto a mí... Mientras miraba a travéz de la vitrina ví unas manzanas acarameladas que ezbozaron una sonriza en mi rostro... Eran sus golosinas favoritas.
-Te extraño papi...- Susurré, y Una lágrima rodó por mi mejilla

Miré a través de la vitrina hacia la calle principal, vi a una chica parada frente al local....

Salí de la tienda con mi compra en una bolsa y me acerqué a ella....

- Rachel?

-Quién la busca?- pregunté enigmaticamente y me volví hacia la chica que me preguntaba